ICFDAV EN LA CALLE

Una distribución de alimentos va mucho más allá de entregar bolsas o canastas. Es un acto que transforma realidades, porque no solo se llena el estómago, también se alimenta la esperanza. En cada entrega se construyen lazos de solidaridad y empatía; los vecinos se reconocen, los voluntarios se conectan con las necesidades reales, y quienes reciben se sienten vistos y valorados. El impacto se refleja en los rostros de alivio, en los niños que sonríen con un pan en la mano, y en los adultos que encuentran fuerzas para seguir adelante. Además, cuando esta acción nace desde la fe, se convierte en un testimonio vivo del amor de Dios en medio de la necesidad. Así, una simple entrega de alimentos puede restaurar la dignidad, fortalecer la unidad y encender una luz de esperanza en toda la comunidad.

El amor que alimenta

«La provisión física es solo el comienzo; lo que marca la diferencia es el amor con que se entrega.»

Dar alimentos a quien lo necesita es un acto noble, pero cuando ese alimento va acompañado de una sonrisa, una palabra de aliento o una oración, se transforma en algo mucho más profundo. Porque no solo se sacia el hambre del cuerpo, sino también el vacío del alma.
Muchas personas que reciben ayuda cargan con cansancio, vergüenza o tristeza. Lo que más necesitan —más allá del pan— es sentirse vistas, valoradas y amadas. Ahí es donde el amor marca la diferencia.
Jesús no solo multiplicó panes y peces; también miró a las personas con compasión. Siguiéndolo, cada entrega que hacemos puede convertirse en un acto de esperanza, si lo hacemos desde el corazón.
Que nunca olvidemos: alimentar con amor es una forma de evangelizar sin palabras.


Nuestro Objetivo

Reducción del hambre y la inseguridad alimentaria

Muchas familias que no tienen ingresos estables pueden cubrir necesidades básicas gracias a este tipo de ayuda.


Evita que niños, ancianos y personas vulnerables pasen días sin alimentarse adecuadamente.

Fortalecimiento de la solidaridad

Las personas aprenden a compartir, a colaborar y a preocuparse por los demás.

Se despierta un espíritu comunitario donde el bien común es más importante que el beneficio individual.

Restauración de la dignidad

Ser atendidos con respeto y amor devuelve a las personas el valor que muchas veces sienten perdido.






No se trata solo de recibir comida, sino de sentirse vistos, escuchados y acompañados.

Creación de vínculos y redes de apoyo

Se generan lazos entre vecinos, voluntarios, líderes y beneficiarios.



Muchas personas descubren que no están solas, y eso puede llevar a más proyectos colaborativos.

Impacto espiritual

La comunidad experimenta el amor de Dios de forma tangible.


Puede abrir la puerta a la fe, al perdón y a la esperanza.

No solo alimentamos cuerpos, también sembramos esperanza.

En un mundo con tanta necesidad, cada acto de generosidad siembra una semilla que puede florecer en fe, unidad y futuro. Alimentar el cuerpo es urgente, pero alimentar el alma es eterno.

What we care for

New life for children, in a new land

We have built shelter homes in different regions so children can move out of undeveloped areas to live, study and work in bigger and better cities.

A new future for exploited children

Children and youngsters who are exploited in their early days need a helping hand and support for their mental health. We take them out of this zone to give them a better life.

Bringing dreams within reach for children

The underprivileged children do not have access to required financial help and resources needed to live the life of their dreams. We help them with everything they’ll need to live their dreams.

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